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1.- Nota: La forma de asar las sardinas en el horno de casa es la misma que al aire libre, excepto que en nuestra cocina quedará más olor. Para disminuirlo, además de tener el extractor funcionando y/o la ventana abierta, voy a explicar el siguiente truco. Justo antes de meter las sardinas, pon una bandeja en la parte media del horno con una capa de sal gorda y 125 ml de vinagre corriente. La sal debe cubrir totalmente el líquido para que no se genere humedad. Una vez asadas las sardinas y apagado el horno, mantén la bandeja dentro hasta que se enfríe.

2.- Calienta el horno a 250 grados. Enciende el gratinador.

3.- Sala las sardinas, mejor enteras (con cabeza y tripas) por las dos caras y colócalas en la rejilla del horno. Si las limpias, ten en cuenta que los tiempos de asado disminuirán.

4.- Mete la bandeja con sal y vinagre en la parte central del horno.

5.- Introduce la rejilla con las sardinas en la parte más alta, justo debajo del gratinador y mantén durante 3-6 minutos dependiendo del grosor que tengan.

6.- Saca la rejilla, da vuelta a las sardinas y vuelve a colocarla a la misma altura. Estarán listas para comer en 2-4 minutos.